Reconociendo la otitis en perros
Aprende cómo prevenir y tratar la otitis en perros, sus posibles causas, síntomas y tratamientos más efectivos para cuidar la salud auditiva de los canes.
Aunque pueda sorprender a algunos tutores caninos, la otitis en perros es real: no se trata de una condición que nos afecte únicamente a nosotros. Con esto en mente, comprenderás que es clave resguardar a nuestra mascota de sus incómodos efectos.
Por tal motivo, DOG CHOW® te trae hoy este artículo en el que podrás aprender a identificar las señales de que tu fiel amigo tiene un episodio de otitis canina. Continúa leyendo y aprende más del tema para cuidar el bienestar de tu animal de compañía, con PURINA®.
¿Qué es la otitis en perros?
Al igual que en nosotros, la otitis es una consecuencia de diferentes factores, que deriva en inflamación de las estructuras del oído del perro. Es uno de los principales problemas en las orejas caninas.
Esta hinchazón le genera al animal serias molestias e incomodidades. Debes saber reconocerla y actuar en consecuencia, pues, si no se aborda adecuadamente, puede incluso afectar su capacidad auditiva.
Tipos de otitis en perros
Existen tres clases principales de otitis, diferenciables por lo comunes que pueden ser, las zonas afectadas e incluso si es una variación mal tratada de la enfermedad (una evolución de la condición). Estos son los tipos más usuales de la afección.
Otitis externa
Presente principalmente en el pabellón de la oreja o la entrada del conducto auditivo. Es la más común de las tres clases.
Las causas más recurrentes de la otitis externa pueden ser:
- Alergia: las alergias (ambientales, alimentarias o de contacto) son una de las causas más comunes de otitis externa, sobre todo en perros con dermatitis atópica.
- Parásitos: Otodectes cynotis es una causa muy frecuente en perros jóvenes. Demodex y Sarcoptes también pueden provocar otitis externa, aunque con menor frecuencia.
- Autoinmunitaria/inmunomediada: si bien el pénfigo foliáceo o la vasculitis son causas poco comunes, pueden resultar en una afectación a la piel del pabellón auricular y del canal auditivo externo.
- Enfermedad endocrina: el hipotiroidismo y el hiperadrenocorticismo pueden predisponer a infecciones secundarias por alterar la barrera cutánea y el equilibrio del sebo.
- Cuerpos extraños: es usual que los canes, especialmente los curiosos, resulten con lesiones por espigas, ramitas o elementos semejantes.
- Hongos: el agente fúngico más común para la otitis externa es Malassezia pachydermatis. El Aspergillus, aunque también puede generarla, se asocia principalmente con las variaciones media o interna.
Otitis media
Es poco frecuente. Como su nombre indica, es la inflamación del oído medio (la bulla timpánica, la apertura del tubo auditivo y los huesecillos óticos).
La otitis media canina, en la mayoría de los casos, ocurre como complicación de una externa mal tratada o crónica. La persistencia del proceso inflamatorio puede provocar la ruptura del tímpano, permitiendo el paso de bacterias o levaduras hacia el oído medio.
Los agentes más comunes de la otitis media incluyen Staphylococcus pseudintermedius, Pseudomonas aeruginosa, Proteus mirabilis y Malassezia pachydermatis. Así mismo, considera factores predisponentes como alergias caninas, enfermedades endocrinas o trastornos queratinizantes que alteran la barrera cutánea y facilitan la infección.
También pueden intervenir cuerpos extraños, masas o pólipos. En razas como el Cavalier King Charles Spaniel se presenta una otitis media con efusión, no infecciosa, causada por disfunción de la trompa de Eustaquio y acumulación de moco en la bulla timpánica.
Otitis interna
Es la menos frecuente de las tres variaciones. Consiste en la inflamación del oído interno del perro (la cóclea, el vestíbulo y los conductos semicirculares). Suele ser una complicación de procesos previos en los oídos medio o externo, aunque también puede aparecer por causas sistémicas.
Es decir, las causas principales son infecciosas (bacterianas) y secundarias a otitis media o externa mal controlada. Otros orígenes como alergias, cuerpos extraños o trastornos endocrinos no son directos, aunque pueden predisponer a infecciones externas que luego progresen hacia el oído interno.
Identificar la variación específica de otitis de tu perro ayudará a tratarlo adecuadamente. Además del bienestar y recuperación del animal, actuar de la manera correcta prevendrá que la condición evolucione, por eso apóyate en el veterinario para lograrlo.
Síntomas de la otitis en perros
Los signos clínicos de la otitis canina varían dependiendo de la zona afectada (profundidad de la infección). No obstante, hay algunas señales típicas de este malestar y que, como tutor responsable, notarás sin dificultad:
- Rascado constante o frotamiento de las orejas contra el suelo o los muebles (en casos extremos, lo hacen hasta derivar en heridas).
- Inclinación de la cabeza hacia un lado, sacudidas frecuentes o movimientos bruscos para aliviar la molestia.
- Mal olor o secreción en el oído (puede ser cerumen oscuro, pus o líquido amarillento).
- Enrojecimiento, inflamación o secreción (que puede ser cerosa, amarillenta o con pus).
- Dolor al tocar la oreja, o quejidos al intentar manipularla (podría incluso agredir para defenderse).
En casos más avanzados o cuando la infección progresa al oído medio o interno, pueden aparecer pérdida del equilibrio, movimientos involuntarios de los ojos (nistagmo), vómitos o incluso sordera parcial o total. En este punto ya debería haber un seguimiento importante por parte de un veterinario.
Tratamiento de la otitis en perros
El tratamiento variará dependiendo de múltiples factores, pero lo que sí es una certeza es que siempre debe basarse en un diagnóstico veterinario. Ya que las causas son tan variadas, es clave que sea el profesional quien indique cómo proceder para el caso de tu mascota.
Con esto claro, comprenderás que, ante la sospecha de otitis deberás acudir a consulta con el veterinario, quien podrá determinar el tratamiento adecuado. Recuerda que PURINA® cuenta con dietas especializadas que ayudan a tratar problemas relacionadas con esta condición y problemas relacionados.
Limpieza del oído
El primer paso suele ser una limpieza profunda con productos específicos (no con bastoncillos ni agua); esto elimina restos de cerumen, pus o secreciones que impiden que el medicamento actúe correctamente. Si hay mucho dolor, puede requerirse sedación para evitar lesiones.
Tratamiento tópico o sistémico
Dependiendo del caso, se aplican gotas óticas con antibióticos, antifúngicos o antiinflamatorios, siempre indicadas por el veterinario. Si la infección está avanzada o afecta el oído medio/interno, el profesional puede recetar medicamentos orales o inyectables.
En muchos perros, la otitis es una manifestación secundaria de alergias, cuerpos extraños, hipotiroidismo u otra enfermedad. Por lo tanto, para darle alivio al animal y prevenir recaídas, será necesario tratarla, sin olvidar que la nutrición puede apoyar la recuperación en algunas de estas condiciones.
Preguntas frecuentes
¿Cómo diagnosticar la otitis en perros?
Para el diagnóstico de la otitis canina se pueden emplear recursos como la exploración con otoscopio, evaluación microscópica o imágenes diagnósticas (radiografías, tomografías o ecografías. En ciertos casos avanzados, se puede proceder con miringotomía, un drenado de líquido acumulado para obtener muestras de cultivo (y, de paso aliviar un poco al animal).
¿Qué razas de perros son más propensas a sufrir otitis?
Las razas con orejas largas o caídas, como el cocker spaniel, basset hound o labrador retriever, tienen mayor riesgo, ya que su canal auditivo retiene más humedad y calor. También los perros con alergias cutáneas o exceso de pelo en los oídos son más susceptibles.
¿Se puede prevenir la otitis en perros?
Mantener una higiene auricular regular, secar bien las orejas tras el baño, evitar que entre agua o jabón en el canal auditivo y acudir al veterinario ante los primeros signos de molestia son medidas clave para prevenirla. Además, considera una nutrición con fórmulas de alta calidad como las de DOG CHOW® para que el perro tenga los nutrientes necesarios para estar en óptimas condiciones.
En PURINA® tu mascota es nuestra pasión. Recuerda que, ante cualquier inquietud, la recomendación es siempre validarla directamente con el veterinario para promover así el bienestar de tu amigo de cuatro patas.
FUENTES:
