¿Los perros van al cielo o no? Descúbrelo con PURINA®
Saber si los perros van al cielo o no es una incógnita que muchos cuidadores caninos tienen. Conoce las diferentes opiniones y protege a tu mascota.
Muchos cuidadores queremos lo mejor para nuestras mascotas, por lo que es comprensible que nos preguntemos si los perros van al cielo. Saber si nuestros fieles amigos estarán en un lugar especial esperándonos motiva a quienes hemos perdido a un compañero de cuatro patas.
Esta pregunta suele aparecer con mayor frecuencia cuando nuestra mascota acaba de fallecer. Con esto en mente, DOG CHOW® intentará ayudarte a superar tan triste acontecimiento y te contará lo que podría suceder con nuestros fieles compañeros perrunos, según algunas tradiciones.
El impacto espiritual de los perros
La historia humana no podría escribirse sin la de las mascotas, ya que han caminado a nuestro lado desde tiempos lejanos, siendo parte de las formas en que vemos el mundo y, por lo tanto, de nuestras mitologías. Tal es la importancia de nuestros mejores amigos que han representado papeles simbólicos en muchas culturas antiguas, acá te contamos las principales.
Una amistad que perdura en el más allá
La amistad que nos une a ellos no termina cuando alguien abandona este mundo, pues aún tenemos un encuentro pendiente con aquellos que nos acompañaron en vida, o eso era lo que se pensaba en varias culturas.
Para empezar, tenemos el célebre 2 de noviembre en México. Esta es una de las tradiciones que perduran desde tiempos ancestrales, el Día de Muertos.
Esta tradición recuerda a los seres queridos que ya no están con nosotros. Según la mitología náhuatl, este día también los espíritus de los difuntos pueden descansar del largo recorrido que debían realizar para llegar al Mictlán (la tierra de los muertos). Dicha pausa les servía para regresar y disfrutar otra vez de los alimentos que amaban en vida, aliviar su sed y ver a sus familiares vivos.
Cabe destacar que dicho descanso sólo lo hacían unas cuantas veces pues, tras andar por un tiempo, los difuntos llegaban a un río en el más allá que tenían que atravesar para llegar al Mictlán, pero que es famoso por su dificultad para ser cruzado. La mitología griega tiene algo semejante, no obstante, en este caso, como en la vida de muchos, los canes son la clave.
En el caso helénico, Caronte, el barquero, era el encargado de ayudar a cruzar al difunto. En el mito náhuatl, son nuestros perros quienes lo hacen, tomando su papel crucial como psicopompo (del griego psychopompós que se compone de psyche, 'alma', y pompós, 'el guía que conduce').
Esta es otra oportunidad para ver a nuestro fiel amigo que, según los náhuatl, nos estaría esperando para ayudarnos a cruzar el río sobre su lomo. Algunas versiones del mito especifican que sólo lo hacían si el tutor había sido bueno con el perro, y que una vez que ambos cruzaban llegaba la muerte y descanso final de la persona.
Otra parte del mito afirma que sólo la raza Xoloitzcuintle era la que poseía estos “dones”. Conoce más de ellos y de otros canes con raíces precolombinas con la siguiente nota: Estas son las auténticas razas de perros mexicanos.
Es por esta leyenda que las personas en la antigüedad eran enterradas junto a su fiel amigo, para que estuvieran juntos aún después de dejar el mundo de los vivos. Una manera de seguir compartiendo con el animal para siempre.
Un doble guardián
Una creencia que permanece en nuestro imaginario popular es que los perros pueden ver a los difuntos. Esto afianza su papel como guardianes al ser capaces de ahuyentar con sus ladridos no sólo a las personas que se acerquen sin permiso, sino también a los espíritus vagabundos que merodean por la noche.
Con eso en mente, podemos ver que el deber de los canes hace que no sólo sean compañeros amorosos, sino protectores leales. Esto posiblemente les abra la puerta de un plano superior, confirmando que sí, al menos en esta cultura, lo más seguro es que los perros van al cielo.
Otras creencias religiosas
Los católicos esperan llegar al cielo después de dejar esta vida, y se piensa que estará habitado por animales y que todos compartirán en paz. De hecho, existen muchos parágrafos en la Biblia que destacan la importancia animal en este mundo.
Además, como el Paraíso es un lugar en el que no hace falta nada, también se puede pensar en la posibilidad de que nuestras queridas mascotas estén allí, bien sea por méritos propios o por hacernos felices en el más allá.
Por otra parte, las tribus Cherokee creían en que todos los seres somos hijos de la tierra y partimos de lo mismo, por lo que, si existía una vida después de la muerte, ésta sería compartida por todos. Lo que significa que aquellos a quienes amamos, incluyendo a nuestros fieles perros, nunca nos abandonan y nos esperan para el próximo encuentro.
Para los musulmanes no existe un paraíso como tal para los perros, por lo que no entran a él cuando fallecen, aunque se sabe que estos también serán juzgados. Sin embargo, a las personas que entren se les otorgará todo lo que pidan, por lo tanto, si anhelan ver a su querido amigo, lo harán, según estas creencias.
En el zoroastrismo se cree que, para llegar al mundo de los muertos, el difunto tiene que cruzar un puente que está vigilado por dos perros que pueden oler si una persona ha sido buena en vida y dejarla pasar, si lo merece. Nuevamente, vemos que los canes son, en realidad, protagonistas en el más allá.
Finalmente, pero no menos importante, está una de las creencias más populares, que afirma que los perros cruzan un arcoíris cuando mueren, detrás del cual encuentran la paz y felicidad, aunque pueden regresar a visitar a su dueño, si lo desean.
Este bello desenlace para los peludos tomó fuerza en la década de los 90s, no obstante, su creadora lo escribió en 1959. Edna Clyne, autora escocesa, fue quien creó originalmente “Rainbow Bridge” (Puente del Arcoíris), historia que nos permite esperar lo mejor para nuestros amigos de cuatro patas tras su deceso y creer con firmeza que los perros van al cielo.
Si bien es posible diferir de las creencias de estas culturas, no podríamos negar que a todos nos gustaría ver a nuestros amigos que se han ido, al menos por una última vez. Además, viendo que en varias de ellas los canes trascienden y tienen un rol espiritual, pensar que los perros pueden ir al cielo no es descabellado.
Por supuesto, no hay que esperar hasta que sea demasiado tarde para amar y cuidar de tu mascota. Si en estos momentos tienes al lado a ese perrito que siempre está para ti, no dudes en demostrarle todo tu amor, con una deliciosa fórmula, como DOG CHOW® Multi proteína adultos todos los tamaños, cargada de sabor y nutrientes para su bienestar.
Así mismo, ten presente en todo momento brindarle el máximo cuidado a tu amigo de cuatro patas, considerando sus vacunas, sus desparasitaciones, su higiene, además de darle nutrición de calidad. Tu fiel compañero te lo agradecerá.
En PURINA® creemos que cuando las mascotas y las personas se unen la vida es mejor. Recuerda mantenerte en contacto con un veterinario para verificar el estado de nuestros amigos de cuatro patas; este profesional es el adecuado para indicarte cómo cuidar del bienestar del animal.
FAQs
¿Por qué tantas personas creen que los perros van al cielo?
La idea de que los perros van al cielo brinda paz y esperanza durante el duelo. Imaginar que la conexión con una mascota trasciende la muerte ayuda a procesar la pérdida y a mantener vivo el recuerdo del amor compartido, dándole sentido a la ausencia del can.
¿Cómo honrar la memoria de un perro que ha fallecido?
Existen muchas formas de mantener vivo el recuerdo y celebrar los momentos compartidos: crear un álbum de fotos, plantar un árbol en su honor, hacer donaciones a refugios o escribirle una carta. Para quienes creen en un cielo de mascotas, estos gestos ayudan a sanar y son también una manera de “enviar amor” a ese reencuentro soñado.
¿Creer que los perros van al cielo ayuda en el duelo?
Así es; esta creencia actúa como un recurso emocional para sobrellevar la pérdida, ofreciendo esperanza de un reencuentro y disminuyendo la sensación de separación definitiva. La psicología reconoce que las creencias positivas pueden ser esenciales en el proceso de sanación emocional.
FUENTES:
Puente del arcoíris, el cielo de nuestras mascotas