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Origen
Espacio requerido
Actividad Física
Sociable
Adiestramiento
Pelaje
Historia
¿Sabías qué la cola gruesa del Labrador Retriever a veces se llama "cola de nutria", debido a su forma y la forma en que el perro la usa como timón mientras nada?
La historia exacta de su origen es desconocida, pero se cree que los perros de St. John se cruzaron con el perro de Terranova y otras razas locales. La utilidad y disposición amigable de estos perros llamaron precisamente la atención de deportistas ingleses, quienes importaron algunos labradores a Inglaterra para utilizarlos como perros de caza. Uno de los primeros en importar Labradores fue el segundo conde de Malmesbury, quien envió perros de St. John a Inglaterra alrededor de 1830. Fue el tercer conde de Malmesbury quien los denominó "Labradores".
La raza estuvo cerca de extinguirse en la década de 1880, pero gracias a los esfuerzos de la familia Malmesbury y otros amantes de la raza en Inglaterra, se logró su rescate. En Terranova, la raza casi desapareció debido a restricciones gubernamentales y leyes fiscales, pues a las familias no se les permitía tener más de un perro, y tener una hembra estaba muy gravado, por lo que las cachorras eran eliminadas de las camadas.
En 1903, el Kennel Club de Inglaterra reconoció oficialmente al Labrador Retriever como una raza distinta, seguido por el American Kennel Club en 1917. En las décadas de 1920 y 1930, se importaron labradores británicos a Estados Unidos para establecer la raza en la Unión Americana, y posteriormente al resto del continente. Después de la Segunda Guerra Mundial, la popularidad del Labrador Retriever aumentó considerablemente. En 1991, se convirtió en la raza más registrada en el American Kennel Club, y desde entonces ha mantenido ese puesto en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.
Son perros muy versátiles. Gracias a su inteligencia, entusiasmo por complacer y voluntad de trabajar duro, los labradores son trabajadores invaluables en una variedad de campos. Hoy en día, los Labradores trabajan en diversas áreas como detección de drogas y explosivos, búsqueda y rescate, terapia y asistencia a personas con discapacidad. También destacan en competencias caninas de exhibición, campo, agilidad y obediencia.
En 2001, por ejemplo, un labrador llamado Endal salvó la vida de su propietario a través de una serie de acciones extraordinarias, que incluyeron cubrir a su propietario con una manta tras un accidente, recuperar su teléfono e ir a un hotel cercano para obtener ayuda. Endal demostró una inteligencia y una dedicación excepcionales en el cuidado de su dueño. Era capaz de llevar a Parton su billetera, abrir y cerrar puertas, recoger objetos del suelo, ayudarlo a vestirse y hasta pagar en la caja de un supermercado y retirar dinero de los ATM.
Carácter y temperamento
Es un perro intrépido de alta energía y dócil al que le encanta recuperar. Sin embargo, puede tener una voluntad bastante fuerte y puede resultar un desafío cuando es joven. Los labradores generalmente se llevan bien con otros animales, incluidos otros perros, y son excelentes compañeros para personas de todas las edades.
Con su inteligencia y fuerte ética de trabajo, los Labrador Retriever sobresalen en numerosos trabajos. En particular, se utilizan comúnmente como perros guía para ciegos, y su naturaleza amistosa los hace muy adecuados para el servicio como animales de terapia. Además, los labradores pueden capacitarse para detectar explosivos y drogas ilícitas y realizar un seguimiento durante las misiones de búsqueda y rescate.
Cuidados
Al ser perros retriever, los Labradores tienen una inclinación natural a llevar objetos en su boca, lo que les proporciona felicidad. También tienen una necesidad de masticar, por lo que es importante proporcionarles juguetes duraderos en todo momento, a menos que desee que mastiquen sus muebles.
Además de los aspectos mencionados anteriormente en los apartados de aseo, y ejercicio, el cuidado de un Labrador implica brindarle amor, atención y estimulación mental. Proporciona un entorno seguro y cómodo para tu perro, asegurándote de que tenga acceso a agua fresca en todo momento. Mantén su área de descanso y juego limpia y segura, y bríndale la oportunidad de socializar con otros perros y personas.
Ahora ya sabes lo necesario un perro Labrador Retriever. Recuerda que tener una mascota implica proporcionarles amor, atención, alimentación adecuada, cuidados veterinarios, ejercicio y un entorno seguro. En Purina, entendemos la importancia de esta responsabilidad y estamos comprometidos no solo en brindarles una alimentación nutritiva, sino también en información y consejos, además de un acompañamiento a todos aquellos que deseen tener una mascota en cada etapa del camino.
Aseo
El grueso pelaje de la raza es bastante resistente al agua. A veces puede mudar profusamente y puede necesitar un cepillado diario durante las temporadas de muda, en primavera y otoño. El resto del tiempo, el cuidado del pelaje es mínimo y solo requiere un cepillado rápido una o dos veces por semana. Además, los labradores solo necesitan un baño ocasional.
Al igual que con todas las razas, las uñas del labrador deben cortarse regularmente y cepillarse los dientes con frecuencia. Si las uñas se vuelven demasiado largas, pueden presionar contra los dedos y causar molestias al apoyar sus patas. Cortar las uñas ayuda a mantener una longitud adecuada y evita que se claven o se partan. Por su parte, el cepillado dental ayuda a prevenir la acumulación de placa y sarro, que puede provocar enfermedades periodontales en los perros, además de ayudarlos a mantener su boca limpia y saludable.
Alimentación
El Labrador Retriever es conocido por su enorme apetito, así que le irá bien con un alimento para perros de alta calidad, ya sea fabricado comercialmente o preparado en casa con la supervisión y aprobación de tu veterinario. Cualquier dieta debe ser apropiada para la edad del perro (cachorro, adulto o mayor). Las golosinas pueden ser una ayuda importante en el entrenamiento, pero dar demasiadas puede causar obesidad.
Los estudios de ADN han demostrado que muchos labradores tienen una mutación en el gen POMC que regula el hambre y, por lo tanto, los perros corren un mayor riesgo de comer en exceso y generar sobrepeso, así que vigile el consumo de calorías y el nivel de peso de su perro. El agua limpia y fresca debe estar disponible en todo momento.
Se recomienda que los cachorros deben nutrirse con un alimento para cachorros de razas grandes, lo que ralentiza la tasa de crecimiento y, por lo tanto, reduce el riesgo de displasia. la cantidad diaria recomendada es de entre 2.5 y 3 tazas de alimento seco, repartidas en dos comidas.
Adiestramiento
Los Labradores gozan de una reputación envidiable, que lleva a algunos dueños a creer que no requieren adiestramiento. Sin embargo, esta suposición es un error considerable. Sin un entrenamiento adecuado, un cachorro Labrador travieso se convertirá rápidamente en un perro grande y ruidoso. Afortunadamente, los Labradores se adaptan fácilmente al entrenamiento y, de hecho, suelen destacarse en competencias de obediencia.
Es recomendable comenzar con clases de socialización y entrenamiento para cachorros, ya que no solo enseñarán buenos modales caninos a su cachorro, sino que también lo ayudarán a sentirse cómodo en presencia de otros perros y personas. Es importante buscar clases que utilicen métodos de adiestramiento positivos, donde se recompense al perro por comportarse correctamente en lugar de castigarlo por sus errores.
Exponer suavemente al cachorro a una amplia variedad de personas, lugares y situaciones entre las edades de 7 semanas y 4 meses y comenzar el entrenamiento de obediencia desde el principio lo ayudará a convertirse en un adulto bien adaptado y educado. Las clases de adiestramiento de cachorros sirven como parte del proceso de socialización y ayudan al dueño a aprender a reconocer y corregir cualquier mal hábito que se esté desarrollando. Debido a la fuerza de la raza, los niños y los ancianos pueden tener dificultades para controlar a un labrador joven y testarudo.
Los labradores son compañeros dedicados, inteligentes y entusiastas que necesitan ser incluidos en las actividades familiares. Si estás criando un cachorro Labrador, o tienes contemplado hacerlo pronto, deberás tener especial precaución. Evita que tu cachorro corra y juegue en superficies duras como el pavimento hasta que tenga al menos dos años y sus articulaciones estén completamente desarrolladas. El juego en el césped es apropiado, al igual que la práctica de ejercicios de agilidad diseñados para cachorros, siempre y cuando realicen saltos de baja altura.
Problemas comunes de salud
Los labradores son perros sanos en general, aunque las afecciones que podrían afectarles son la displasia de codo y cadera, trastornos cardíacos, miopatía hereditaria (debilidad muscular) y afecciones oculares, incluida la atrofia progresiva de la retina. Una condición llamada colapso inducido por el ejercicio puede ocurrir en algunos labradores adultos jóvenes; una prueba de ADN permite a los criadores identificar portadores y planificar cruces para evitar producir la enfermedad.
Al igual que otros perros grandes y de pecho profundo, los labradores pueden desarrollar una afección estomacal potencialmente mortal conocida coloquialmente como hinchazón (dilatación gástrica-vólvulo). en la que el estómago se expande rápidamente con gases, alimentos o líquidos (dilatación gástrica) y se tuerce sobre sí mismo (vólvulo), lo que atrapa el contenido estomacal. La afección se produce con mayor frecuencia en razas de perros grandes y con pechos profundos. Esto no significa que todos los perros de esa raza desarrollarán esas enfermedades; simplemente significa que tienen un mayor riesgo.
Adicionalmente, los Labradores son propensos a desarrollar infecciones del oído debido a la humedad y al agua que pueden acumularse en sus oídos. Estas infecciones, conocidas como otitis externa, pueden ser causadas por bacterias, hongos o levaduras que se multiplican en un ambiente húmedo. Examina regularmente los oídos de tu perro en busca de signos de enrojecimiento, hinchazón, secreción o mal olor. Si notas algún cambio o síntoma de infección, consulta a tu veterinario de inmediato.
Medicina Preventiva
Al igual que el resto de las razas caninas, los Labradores requieren mantenerse al día con su programa de vacunación para salvaguardarse de enfermedades comunes como la rabia, el parvovirus, el moquillo y la hepatitis. Se recomienda ampliamente acudir con tu veterinario para establecer un plan de vacunación apropiado y específico para tu Labrador.