Peso
Altura / Tamaño
Actividad Física
Sociable
Adiestramiento
Pelaje
Historia
En sus inicios, los Bulldogs eran más altos y pesados que los de hoy en día, y fueron criados específicamente para destacarse en este sangriento deporte. Arrastrándose sobre sus vientres para evitar que los cuernos del toro los lanzaran al aire, su boca ancha y mandíbulas poderosas eran difíciles de sacudir por el toro una vez que tenían un agarre firme en su hocico. Su nariz corta y chata les permitía respirar mientras sostenían al toro. Debían ser tenaces para mantenerse aferrados al toro, sin importar cuánto este intentara deshacerse de ellos. La alta tolerancia al dolor del Bulldog se desarrolló precisamente para mejorar su capacidad de sobresalir en este desafiante entorno.
En 1835, el bullbaiting fue prohibido en Inglaterra después de años de controversia, y muchos pensaron que el Bulldog desaparecería al no tener un propósito. En ese momento, el Bulldog no era conocido por ser un compañero afectuoso, ya que los perros más agresivos y valientes habían sido seleccionados a lo largo de generaciones para la lucha. A pesar de esto, algunas personas admiraban su resistencia, fuerza y persistencia. Estas personas decidieron preservar la apariencia de la raza y comenzaron a criar Bulldogs con temperamentos dulces y amigables, en lugar de la agresividad necesaria en el antiguo deporte.
Así comenzó la transformación del Bulldog. Criadores dedicados y pacientes seleccionaron cuidadosamente perros con temperamentos dóciles para la reproducción, evitando que aquellos agresivos y neuróticos tuvieran crías. Centraron su atención en el temperamento de la raza, logrando convertir al Bulldog en el perro amable y cariñoso que conocemos hoy.
El Bulldog fue reconocido por el American Kennel Club en 1890, y ocupa el puesto número 12 entre las 155 razas y variedades registradas por el AKC, lo cual es un reconocimiento a su calidad como compañero. El Bulldog es un ejemplo de cómo los seres humanos lograron rehabilitar completamente una raza, transformándola en un compañero cariñoso y deseado gracias a prácticas de cría reflexivas y dedicadas.
El cuerpo del Bulldog tiene algunas características peculiares. Sus patas delanteras son más cortas que las traseras, lo que les da una apariencia ligeramente inclinada hacia adelante. Además, su cabeza es grande y proporcionada al resto de su cuerpo, lo que les da una apariencia distintiva.
La ubicación geográfica, la reputación del criador, la línea sanguínea del perro y su calidad en general hacen que el costo de un bulldog varíe entre los $1500 y $4000 dólares, o más. En comparación con otras razas de perros, los Bulldogs suelen tener un precio más alto debido a la demanda y a los costos asociados con su crianza y cuidado.
Carácter y Temperamento
A pesar de sus raíces de bullbaiting (hostigamiento de toros con perros), el Bulldog moderno se considera una raza amante de la paz. Muchas generaciones de cría selectiva han creado un compañero afable que es amable con los niños y los ancianos, bueno con otros animales y, en general (pero no siempre), bueno con otros perros. Sin embargo, conserva la terquedad y la valentía nacidas de su pasado. El Bulldog moderno es un perro jovial, incluso cómico, al que le encanta entretener a la audiencia. Si bien es cariñoso, es más probable que demuestre su afecto moviéndose y saltando en lugar de lamer o acurrucarse.
Contrario a la creencia popular, el bulldog es un perro guardián poco confiable. Por lo general, no es un ladrador y, si bien su expresión feroz puede asustar a los intrusos, es probable que duerma durante un allanamiento. Recuerda que cada perro es único y puede variar en temperamento y necesidades individuales. Es importante brindarles amor, atención y cuidado adecuados para asegurar una vida feliz y saludable para tu Bulldog. Siempre consulta a tu veterinario para obtener orientación específica sobre el cuidado de tu mascota.
Cuidados
Los bulldogs requieren más cuidados que la mayoría de las razas. Son propensos a más problemas de salud que la mayoría de las razas debido a su hocico corto y su estructura facial aplanada. Los bulldogs son propensos al sobrecalentamiento, especialmente en ambientes cálidos y en circunstancias en las que pueden esforzarse demasiado, por lo que debes asegurarte de que tengan acceso a sombra y agua fresca en todo momento.
También se debe tener especial cuidado al colocar Bulldogs bajo anestesia. A diferencia de otras razas, los Bulldogs no pueden mantener la respiración pasiva, por lo que se deben usar otras medidas, como estimular los músculos de las vías respiratorias superiores del Bulldog, para mantener la frecuencia respiratoria del animal. Es esencial que se realice una evaluación exhaustiva de la salud del Bulldog antes de administrar cualquier tipo de anestesia. Esto puede incluir exámenes preoperatorios, pruebas de laboratorio y evaluación de la función respiratoria, con las que tu veterinario te puede orientar.
Los Bulldogs deben ser monitoreados cerca de aguas abiertas, ya que la mayoría de los Bulldogs no pueden nadar y pueden ahogarse fácilmente. También es importante controlar sus pliegues faciales y mantenerlos limpios y secos para prevenir infecciones. Realiza revisiones regulares de su salud y visita al veterinario cuando sea necesario.
Como dato curioso, destaca que la forma más segura para que un Bulldog dé a luz es a través de una cesárea. Alrededor del 80 por ciento de las camadas de Bulldog se entregan de esta manera, para evitar el riesgo de que un cachorro se atasque en el canal de parto debido a que los Bulldogs tienen cabezas grandes.
¿Es recomendable tener un bulldog con niños en casa?
El Bulldog es un excelente compañero para los niños, incluso los más pequeños, debido a su temperamento amable y su tolerancia. Aunque no debería ser necesario, un Bulldog puede soportar mucho de un niño, pero se alejará si se siente cansado o atormentado.
Es importante enseñar a los niños cómo acercarse y tocar a los perros de manera adecuada. Además, se debe supervisar siempre cualquier interacción entre perros y niños pequeños para evitar mordidas o tirones de orejas o cola. Es fundamental enseñar a los niños a no acercarse a ningún perro mientras está durmiendo o comiendo, ni intentar quitarle la comida.
Además de su naturaleza pacífica, los Bulldogs suelen llevarse bien con otras mascotas, como perros y gatos. Sin embargo, pueden mostrar menos sociabilidad hacia perros desconocidos.
Ahora ya sabes lo necesario de la raza Bulldog. Recuerda que tener una mascota implica proporcionarles amor, atención, alimentación adecuada, cuidados veterinarios, ejercicio y un entorno seguro. En Purina, entendemos la importancia de esta responsabilidad y estamos comprometidos no solo en brindarles una alimentación nutritiva, sino también en información y consejos, además de un acompañamiento a todos aquellos que deseen tener una mascota en cada etapa del camino.
Aseo
El Bulldog tiene un pelaje corto y fácil de cuidar. Necesita cepillados regulares y suaves de no más de 15 minutos para eliminar el pelo suelto y mantener su piel sana dos veces por semana. Presta especial atención a los pliegues de su cara y cuerpo, ya que pueden acumular humedad y suciedad, lo que puede provocar infecciones.
Se puede usar una bola de algodón humedecida en peróxido para limpiar las arrugas, aunque no se debe usar cerca de los ojos. Las orejas y el área debajo de la cola deben mantenerse limpias, y las uñas del perro deben cortarse cada dos semanas más o menos.
Alimentación
El Bulldog es una raza de tamaño mediano, aunque pesada y gruesa, que debe ser alimentada con comida para perros de alta calidad apropiada para el tamaño y la edad de la raza, ya sea fabricado comercialmente o preparado en casa con la supervisión y aprobación de su veterinario. La investigación ha demostrado que tales alimentos dan como resultado una tasa de crecimiento más lenta, lo que se asocia con un riesgo reducido de displasia de cadera y posiblemente otros trastornos de las articulaciones.
Proporciona a tu Bulldog una dieta equilibrada. Controla su ingesta de alimentos para evitar la obesidad, ya que el exceso de peso puede empeorar sus problemas respiratorios y articulares; la cantidad diaria recomendada oscila entre la 1/2 y 2 tazas. Una forma sencilla y práctica para saber si tu perro Bulldog tiene sobrepeso es midiéndolo tú mismo. Coloca tus manos sobre su espalda, con los pulgares a lo largo de la columna y los dedos extendidos hacia abajo. Deberías poder sentir, pero no ver sus costillas sin tener que presionar con fuerza. Si no puedes, tu corpulento compañero necesitará menos comida y más ejercicio. Es importante que consultes a tu veterinario para obtener recomendaciones específicas sobre la alimentación
Adiestramiento
El Bulldog es conocido por ser un perro terco, pero con paciencia y refuerzo positivo, puede ser entrenado con éxito. El entrenamiento temprano y constante es importante para establecer límites y reglas claras. La raza aprende fácilmente y se le puede enseñar a realizar trucos, incluido el skateboarding o patinaje. De hecho, en 2015, un bulldog llamado Otto estableció el récord mundial del túnel humano más largo atravesado por un perro en patineta. ¡Impresionante!
Los bulldogs son dulces, devotos y tranquilos, y quieren complacer a su dueño. Las clases de entrenamiento para cachorros también son muy recomendables y permiten que el propietario aprenda a frenar cualquier comportamiento indeseable. A los bulldogs les encanta masticar, la mayoría disfrutará de los juguetes para masticar toda su vida. También les encanta jugar tira y afloja, pero es importante enseñarle al perro cuando es joven a soltar lo que tiene en la boca cuando se le ordene.
Desde el principio, también se debe enseñar al joven Bulldog a aceptar que la gente tome comida de su plato mientras come, para que no desarrolle el hábito de ser protector con su comida. Utiliza recompensas y elogios para motivar a tu Bulldog y hacer que el entrenamiento sea divertido.
Aunque los Bulldogs no son perros extremadamente activos, necesitan ejercicio diario para mantenerse saludables y evitar el sobrepeso. Una breve caminata diaria o una intensa sesión de juego en la casa o en el jardín puede ser todo lo que necesite para satisfacer sus necesidades de ejercicio.
Le gustan las pelotas y otros juguetes, pero no es un gran perro perdiguero (caza). A pesar de pasar gran parte del día holgazaneando, el Bulldog puede disfrutar de ráfagas breves, pero no sostenidas, de actividad. Son perros de interior y prefieren un estilo de vida relajado. Después de unos 15 minutos de juego, están listos para una siesta. Este nivel de energía de bajo a moderado hace que el Bulldog se adapte a cualquier tipo de hogar, desde un apartamento hasta una casa con jardín. En clima cálido, los propietarios deben reducir las salidas o cambiar las sesiones de ejercicio a horas más frescas del día debido a sus dificultades respiratorias.
Problemas comunes de salud
Los Bulldogs pueden ser propensos a algunos problemas de salud debido a su estructura corporal única. Algunas de las condiciones comunes en esta raza incluyen problemas respiratorios, displasia de cadera, problemas oculares, alergias y problemas de piel. Las principales pruebas de salud recomendadas son una evaluación de rótula, una evaluación radiográfica de hipoplasia traqueal, así como un examen cardiaco.
El hocico acortado del Bulldog hace que la raza sea especialmente propensa al síndrome braquiocefálico: una afección en la que las aberturas de las fosas nasales (narinas) son demasiado pequeñas, el paladar blando está alargado y el tejido de las vías respiratorias puede obstruir parcialmente el flujo de aire. Cuando el perro jadea, estos tejidos pueden hincharse, obstruyendo aún más el flujo de aire y reduciendo la capacidad del perro para refrescarse. Para evitar el sobrecalentamiento, los propietarios de Bulldog deben proporcionar aire acondicionado en el hogar y el automóvil, o en su caso viajar con ventiladores y bolsas de hielo.
Medicina Preventiva
Al igual que con cualquier perro, los Bulldogs necesitan recibir las vacunas básicas como la vacuna contra el moquillo, parvovirus, hepatitis y rabia. También pueden requerir vacunas adicionales según las condiciones y riesgos específicos de la zona donde viven.